Conforme la correlación entre la boca y el resto del cuerpo cada es vez más clara, los dentistas profesionales, doctores y pacientes necesitarán redefinir el término “salud oral”.
POR: SHARON GUYNUP
Desde tiempos inmemorables, las personas han luchado por mantener una salud oral adecuada. Ya en el año 250 dC, los egipcios usaban mirra y otras hierbas antisépticas para tratar las encías infectadas. Los nubios que vivían en el valle del Río Nilo, dos siglos después, tomaban cerveza como paliativo para los dientes no sanos; pudiera haber funcionado bien, ya que era elaborada de granos contaminados con la misma bacteria que produce la tetraciclina.
Históricamente, la prolongación de los dientes y el alejamiento de las encías han sido considerados como una consecuencia de la supervivencia hacia la adultez. (En su novela de 1852, The History of Henry Esmond, Esq., William Thackary usó la expresión “largo de los dientes” para describir una persona de mediana edad). Los pocos dientes que no tuvieron caries en la juventud, usualmente se aflojan con los años, conforme los tejidos que los sostienen se desgastan por la enfermedad periodontal. Finalmente, esos dientes se caen.
Hoy día, las personas viven más tiempo y la enfermedad de las encías se ha convertido, a comparación con la caries, en la causa más común de pérdida de dientes en los adultos. De acuerdo con la Asociación Dental Americana, esta enfermedad afecta al 80% de los norteamericanos que sobrepasan los 65 años. A finales del milenio pasado, el cirujano general estadounidense David Satcher llamó a la enfermedad periodontal, la “epidemia silenciosa”, en su reporte titulado Oral Health in America. Dado el estado de la salud pública, se puede comprobar que la buena higiene oral es más importante que simplemente preservar una sonrisa. Una gran cantidad de investigaciones sugiere que la enfermedad periodontal puede jugar un papel en diferentes problemas sistemáticos de salud, desde diabetes, enfermedades respiratorias, complicaciones en el embarazo y enfermedades del corazón.
En este campo de investigación, y en las implicaciones de las políticas de salud que engendra, éste es el tema de esta publicación de Scientific American, Oral and Whole Body Health (Salud Oral y del Cuerpo Completo), producida con la generosa ayuda de Procter & Gamble Company. Para beneficio de los profesionales de la salud y de los pacientes, les presentamos el más reciente hallazgo acerca de la conexión entre las enfermedades orales y la salud sistemática. Usted leerá acerca de algunos investigadores pioneros y sus exploraciones acerca de la relación boca-cuerpo en curso. |